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Descripción

Los edificios incorporarán hábitats naturales en sus proximidades o en su interior: zonas ajardinadas, arboledas, patios con vegetación… El diseño y la selección de materiales y especies vegetales incorporadas deberán ser acorde con la finalidad prevista y no dañar el medioambiente. Algunas de las finalidades a perseguir por los hábitats a incorporar en el proyecto serán: 

• Respecto a la vida silvestre: captar el agua de escorrentía, crear lugares para que aniden las aves, mejorar el terreno con árboles y flores, proteger el ciclo de vida de las mariposas, etc. 

• Respecto a las personas: crear espacios tranquilos y áreas con sombra, de calidad y en armonía para el disfrute de las personas, donde realizar actividades al aire libre, posibilitar la contemplación de aves y mariposas autóctonas, bloquear parte del ruido proveniente de la calle, crear senderos accesibles para poder visitar y explorar el lugar, etc. 

Para beneficiar el medioambiente y tener un impacto duradero en la sociedad, los hábitats deberán ser lo suficientemente significativos en cuanto al tamaño y el alcance. Como mínimo, deberán tener una superficie igual a 100 m2. Podrán adoptarse los siguientes tipos de hábitats: 

• Áreas donde predominan árboles grandes, pero también incluyen muchas otras plantas. Cada capa proporciona una gran variedad de alimentos, refugios y espacios para animales. 

• Áreas con vegetación alta y flores silvestres. Proporcionan una cubierta densa para las aves que anidan en el suelo y para los animales que viven en madrigueras, y espacio para insectos. 

• Zonas con agua, suelo saturado y plantas adaptadas a las condiciones húmedas. 

• Otros: tales como proyectos o creación de jardines orientados a: 

– La restauración del hábitat autóctono. 

– El fomento de polinizadores, como abejas o mariposas. 

– El asentamiento de especies de fauna de interés, beneficiosa o amenazada (como por ejemplo, cajas nido para pequeñas aves como vencejos o aviones, rapaces, etc.). 

– La mejora de la calidad del agua. 

– Otras temáticas no relacionadas con la vida silvestre, como son la huerta, el jardín sensorial o el jardín de hierbas. 

Según el clima y otras características del entorno, podrán incorporar jardines de lluvia, xerojardinería, biozanjas, superficies permeables, mulching, cuencas de retención de aguas pluviales, setos vivos, cortinas rompevientos, etc.